Ampliando el Criterio de las Emociones / Por AtentaMente

Por Atentamente

 

Existen diferentes maneras de categorizar los estados emocionales. Por ejemplo, en la Psicología contemporánea se hace una distinción entre aquellos estados emocionales que por un lado son agradables o alegres, a los cuales se les describe como positivos, y por otro lado a aquellos que son desagradables o dolorosos, a los cuales se les describe como negativos.

Sin embargo, la distinción que haremos aquí se basa en un criterio diferente. No se establece con base en si son estados placenteros o dolorosos, sino más bien si son benéficos o dañinos. Así, clasificamos los estados mentales o emocionales de la siguiente manera:

Veamos con más detalles por qué hacemos esta distinción, cuáles son cada uno de estos estados mentales y cómo influyen en nuestro bienestar.

 

¿Por qué esta distinción?

 

El objetivo primordial de este taller es aportar herramientas para el cultivo de la felicidad genuina. Lo que buscamos es promover el bienestar, personal y social a corto, mediano y largo plazo. Por lo tanto, distinguir entre los estados mentales que promueven este tipo de bienestar y aquellos que lo obstaculizan es un elemento esencial del entrenamiento; y el criterio para clasificar emociones que hemos elegido directamente se alinea con la meta que queremos lograr. Pongamos un ejemplo. Si nos alegramos de que alguien sufra, puede que esa sensación sea agradable en un momento, pero no es nada benéfica a largo plazo pues genera proclividad a disfrutar del sufrimiento ajeno y puede predisponernos a dañar a otros. Esa emoción es destructiva debido a que, a la larga, socava el bienestar y puede llevarnos a actuar de formas dañinas y contrarias a nuestros valores. Quizás creemos que lastimar a otros no es correcto, pero si generamos la propensión a disfrutar el daño que otros reciben, no será difícil que, dada la situación, seamos nosotros quienes lastimemos.

 

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