La Atención es una Habilidad que se puede Entrenar / Por AtentaMente

Por AtentaMente

 

En la primera década de este siglo se realizaron distintos estudios para evaluar los efectos del entrenamiento mental en practicantes avanzados, es decir, en personas que han invertido un promedio de 30,000 horas en ese entrenamiento. Como vimos con el experimento de Killingsworth y Gilbert, una persona promedio no tiene mucho dominio sobre su atención. Pero, ¿será cierto que personas que han entrenado su mente pueden mejorar esta habilidad?

Los resultados demuestran que tales personas tienen mayor capacidad para sostener su atención en un objeto elegido y que además poseen ciertas habilidades cognitivas y emocionales mucho más desarrolladas que una persona promedio.[1]Ante estos resultados, la comunidad científica se preguntó si dichas habilidades eran realmente producto de un entrenamiento o más bien características especiales de esos individuos.[2] Para contestar esta pregunta, investigadores de los institutos y universidades más importantes del mundo han realizado múltiples estudios con personas de todas las edades y de muy diversos contextos para medir los efectos del entrenamiento de la atención.

En algunas investigaciones los participantes se sometieron a entrenamientos intensivos y en un contexto de retiro, mientras que otras intervenciones fueron más breves y la práctica se incorporó a las actividades cotidianas de las personas.

Los resultados han demostrado consistentemente que la atención es una habilidad que se puede desarrollar con métodos contemplativos, y tanto las áreas específicas del cerebro que se fortalecen como la efectividad del entrenamiento están relacionadas con el tiempo que los individuos los practican.[3]

 

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